Seguramente escuchaste hablar de la huella de carbono en más de una ocasión, ¿Pero en sí que significa? ¿Crees de verdad que tus hábitos está derritiendo los glaciares?; la respuesta es que si, aunque suene un tanto alarmante y crítico, desde que viniste al mundo estas aportando con los gases de efecto invernadero (GIE) que están calentando nuestra atmósfera, la energía con la que se iluminó tu parto, los utensilios que utilizó el médico, la ropa que utilizaron, los materiales con los que se construyó el edificio del hospital.
La actividad humana se ha convertido en una de las principales aportantes para el cambio climático (más del 90%) según informe del IPCC (Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), con ello queda claro que está en nuestras manos disminuir la generación de estos gases, aunque no seas dueño de una industria o de una empresa de productos en cuyo caso las medidas a tomar deben ser mucho más responsables y estrictas frente a este tema; siempre se puede colaborar desde nuestro sitio de trabajo o en nuestra escuela, disminuyendo nuestros consumos energéticos, apagando las luces que no utilicemos, movilizándonos en bicicleta a determinados sitios, disminuyendo el consumo de plásticos, mejorando nuestros hábitos alimenticios.
Si bien darse una ducha de corto tiempo está bien para ahorrar agua y energía, más ayuda el ir disminuyendo el consumo de carne de res ya que en promedio se utiliza cerca de 18000 litros de agua para que puedas tener un kilo de carne en tu mesa, y siendo que la ganadería es uno de los principales aportantes de gases de efecto invernadero en el mundo, bien podríamos estar aportando al cuidado del planeta y nuestra salud de manera mucho más efectiva.
Esto es un mensaje que nos está dictando el planeta, necesita nuestra ayuda y la necesita ahora por tu futuro y el de todos, así que puedes disminuir tu huella de carbono y empezar si aún no lo has hecho, no esperes más; aún no cambies el celular por la ¨nueva versión¨, que salió cinco (5) meses después del que acabaste de adquirir.
By Paul Córdova
